Redacción Bamboo
A tres semanas de registrado el violento alud de lodos y piedras en el norte de China, la cifra de muertos sigue creciendo. Este 31 de agosto, las autoridades chinas informaron de mil 467 personas fallecidas y 298 desaparecidos.
Este alud, ocurrido el 8 de agosto en la aldea de Ganzú, fue el evento más grave de la temporada de lluvias, que ha sido trágica para China y el resto del mundo. Este verano violentamente lluvioso se presentó al final de la sequía más grave para Asia de los últimos 100 años
Diez días después, el 18 de agosto, la aldea de Puladi sufrió a su vez una avalancha de lodo que sepultó casas y provocó pérdidas humanas. Otras regiones de China han corrido la misma suerte, y a la fecha, se cuentan en 1 500 las muertes ocasionadas por las lluvias.
La cifra de desplazados y de pérdidas materiales es enorme y las labores de rescate se han visto complicadas al máximo por las capas de lodo que cubren las calles. En algunos casos, la ayuda simplemente no ha podido llegar a su destino.
Corea del Norte ha sido otra zona terriblemente afectada. El desbordamiento del río Amnok dañó casas, sembradíos y retrasó las actividades cotidianas de la población, sumamente empobrecida de por sí.
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